Como era de esperarse (y como muchos sospechábamos ya) el cursar ha dotado a la gente de una resistencia extrema a todo tipo de drogas y situaciones. Lo que habría que determinar es el alcance dañino de esta nueva superhabilidad. A todos nos hicieron el apto físico (aunque en las circunstancias en que fueron hechos), por lo que todos estábamos formalmente “sanos” al empezar la cursada, entonces hasta el abogado laboral más necio podrá decir con total seguridad que esto es producto, pura y exclusivamente, de la exposición prolongada a condiciones determinantes para la conformación de estas nuevas “habilidades”, y que quedará por comprobar la medida en que esto nos diferencia del resto de la especie.
2 comentarios:
JA! ¿¿¿Cuánta gente se recibiría, si eso dependiera de un psicofísico al final de la carrera???
Creo que lo que nos diferencia del resto de la especi va a quedar muy bien plasmado en el poster de superamigos de castellanópolis que nos merecemos.
Sois demasiado grossos, me humillo ante vosotros.
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