viernes, 29 de agosto de 2008

Cuento

Necrológicas

El Pozo

No sé cómo dieron conmigo. Tengo el cuerpo dolorido: es como si pudieran aprovechar cada centímetro, cada poro, para inflingirte dolor. Y hacen su trabajo con una maestría tan sutil que parece que le dedicaron la vida a esto. Pero tengo que ser fuerte, no me van a poder quebrar, no voy a traer a otro acá. Ya bastante con que te hayan traído a vos por mi culpa.
Estoy en el pozo. La luz misma entra inmunda ensuciando lo que se le pone a su alcance: las paredes y yo, lo único que hay en este agujero. No sé cómo dieron conmigo.
Escucho los pasos en la puerta y espío por las rendijas, tus pies se mueven cadenciosos y resignados. Y murmurarte tranquilidad me cuesta una costilla que se quiebra bajo el bastón del mismo que manejaba el auto que nos trajo hasta acá; pero, como si no me escucharas, seguís caminando hacia lo indecible, abrasándote el vientre sin amor ni llanto. Una mueca: el recuerdo de un algo que ya no tiene sentido. Adivino los moretones en tus ojos, imagino la sangre seca de tus labios, intuyo tus heridas pero el reflejo gris de tu rostro me quiebra como no me quebraron estos cagones. Tu espíritu marchito da la sentencia que tus ojos apagados, fijos en mí, ejecutan sin mirarme. Y enmudezco. Ya no puedo articular palabra. Repaso una y otra y otra y otra vez la escena y por fin la entiendo. Y muero. Pero este lugar tiene esa particularidad, nadie muere hasta que no se lo ha quebrado, hasta que no se le ha arrancado de raíz el espíritu, hasta que no queda reducido a la nada misma, a una sombra.
Los días pasan y las sesiones de tortura se intercalan en un ritmo caótico. Y nada sale de mi boca. Una fina plancha de metal se cuela por debajo de mi uña. Pero de mi cabeza, nada. La bolsa me sofoca, asfixia ardiente que me desvanece. Mi cabeza solo puede pensar en una cosa: tus ojos muertos. Puedo aguantarlos sobre mí, todo el tiempo que mi cuerpo les de, sin decirles nada, sin tirarles una punta acerca de nadie, pero ya no estoy tan seguro.
Estoy volviéndome loco: oigo tu voz. Sí, cada vez con más claridad, entre golpe y golpe; con una dulce melodía apenas perceptible en el ronroneo de la máquina, me dice que estás bien, que resista, que no va a ser para siempre. Suena como cuando con la mejilla en el piso de la cocina de tu casa me dijiste lo mismo, la tarde que nos chuparon. Un bastonazo me parte la oreja en dos y el pedazo que no logra desprenderse pasa a ser el nuevo juego de puntería. Voy a ser fuerte, no voy a decir nada, es la única promesa que puedo cumplir. Y mientras más me pegan más se me endurece la lengua. Pero las tripas me arden y me va a traicionar tarde o temprano. Entonces se me ocurre cantar, para darle algo que hacer a mi cabeza y poder alejarla de estas hienas que me torturan con el mismo entusiasmo y furición con que un chico se come un helado de chocolate, y de tus cuencas vacías. Empiezo bajito, pero, mientras canto, lo que se aleja es el dolor, y mientras más fuerte canto menos duele. Me gustaría decir que les grité a la cara la internacional o que aquí se quedaba la clara, o que di un grito de corazón, pero no. Ojalá. Primero no me escuchan, pero cuando lo hacen, y por un segundo que dura años, se quedan duros, tiesos. Y vuelven al trabajo, con mucha más saña porque odian que no piense en ser un héroe. Me detestan por no querer demostrarles que resisto, que tienen alguien de quien preciarse de haber tirado de un avión, de haberle pegado un tiro, o de cualquier cosa de la que se precien estos idiotas. Te canto a vos, porque sos lo único que me queda. Y grito y los puños se incrustan en mis hijares. Y lloro y la sangre mancha mis mejillas, mi pecho, el piso. Y canto y ellos ríen, y mi canto marca el compás del martillo en mis pies. Y sus voces truenan tu muerte con las melodías más estridentes, pero mi canción eufórica sofoca al destino, lo inventa, lo tuerce. Siento el agua que lame mis pies, lasciva. Y escucho que uno dice que ahora voy a ver: ¡qué pelotudo, si en mis párpados solo está grabada tu cara! ¡Si en mi mente solo estás vos y la melodía que solías cantar abrazándote la panza! Pero la picana te hace caer en una taza de barro, y me gritás y el bebé me grita y todos gritamos pero la canción desaparece por un instante; y vuelvo a entonar tu vuelta a mis brazos. Y la máquina ríe sobre mí, y cada vez más me muerde rabiosa. Y la voz me vuelve al cuello y grito, canto, lloro tu nombre, tu canción, tu amor. Y lo que se aleja ahora es el cuerpo, lo que se queda es el dolor: el dolor de verte pasar por la puerta de mi celda, adivinarte triste, con el vientre vacío como tus ojos; el dolor del beso que nunca te di; el dolor de no haber cumplido mi promesa; de saber que ya todo terminó con mi canción.
Me cargan hasta el pozo y me tiran. Al lado mío hay otros más pero ya no hablan, dijeron todo un rato antes, al compás de la picana. Los veo pero ya ni ocultan la cara, sus ojos están vacíos de vida, ni espectros son. Parecen muñecos, con el gesto tieso y dislocado. En el pozo no hay luz, no hay tiempo, no hay nada. Pero espero. Espero y susurro nuestra canción, bajito pero permanentemente, creo que así dieron conmigo. Es gracioso, no podríamos estar más lejos y sin embargo te veo en todos los segundos, en todas las visiones, y mi canción te acaricia el pelo como solía hacerlo en las peñas de la facultad.
Pasa el tiempo -o paso yo, es imposible saberlo- y mi canturreo incansable traspasa los muros llegando a tus oídos. Y te canto en sueños y llorás. La luz, al ser abierta esta prisión, me llega tibia a los ojos. El aire fresco me da más fuerza para cantar cada vez más seguro: y canto tu nombre sin conocerlo. Ellos que me liberan, lloran al verme en este estado y me llevan a otro lugar, pero solo quiero verte a vos. Y mi canción canta tu nombre sin conocerlo, y venís a mí. Y nos vemos las caras por primera vez: en tu cara fluye la luz como en la de ella, la pureza de tu espíritu inmaculado como el de ella. Te veo en su cara, estás ahí, como lo estuviste estos más de treinta años en mi canción. Estás ahí.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Se me lingua la torpet

martes, 19 de agosto de 2008

extrapolación: épica nasal

Moco, verbo no sustantivo
B - M

Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y en las aves del cielo, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todos los reptiles que reptan por la tierra.
Creó, pues, Dios al ser humano de un moco suyo, a imagen de su moco lo creó.

Y luego lo bendijo Dios con estas palabras: «Sed fecundos y multiplicaos, mocos, y henchid la tierra y sometedla»

Entonces Yahvé Dios formó al hombre con bolas de moco, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente.
Dijo luego Yahvé Dios: «No es bueno que el moco esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada.» Y Yahvé Dios formó del pañuelo todos los animales del campo y todas las aves del cielo y los llevó ante el moco para ver cómo los llamaba, y para que cada ser viviente tuviese el nombre que el moco le diera.

Entonces Yahvé Dios hizo caer un profundo sueño sobre el moco, que se durmió. Y le quitó uno de los pelos de nariz que tenía, rellenando el vacío con más de sus mocos. Formó una gran bola de mocos y la llevó ante el moco. Entonces éste exclamó:
«Esta sí que es pelo de mis mocos
y mugre de mi mugre.
Ésta será llamada mujer,
porque de mocos ha sido tomada.»

El semáforo era el más astuto de todos los animales del campo que Yahvé Dios había hecho. Y dijo a la mujer: «¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis ninguno de vuestros mocos?»

Respondió la mujer al semáforo: «Podemos comer del fruto de nuestras narices. Mas del fruto de esa nariz que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comáis de ella, ni la toquéis, so pena de muerte.» Replicó el semáforo a la mujer: «De ninguna manera moriréis. Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal.» Y como viese la mujer que el árbol tenía buenos mocos para comer, apetecibles a la vista y excelentes para lograr sabiduría, tomó de su fruto y comió, y dio también a su marido, que igualmente comió.

Dios llamó al hombre y le dijo: «¿Dónde estás?» Éste contestó: «Te he oído andar por el jardín y he tenido miedo, porque estoy desnudo; por eso me he escondido.» Él replicó: «¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del moco del que te prohibí comer?» Dijo el hombre: «La mujer que me diste por compañera me dio del moco y comí.» Dijo, pues, Yahvé Dios a la mujer: «¿Por qué lo has hecho?» Contestó la mujer: «El semáforo me sedujo, paré y comí.»

Entonces Yahvé Dios a la mujer le dijo:
«Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos:
con dolor parirás los hijos.
Hacia tu marido irá tu apetencia,
y él te dominará.»
Al hombre le dijo: «Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del moco del que yo te había prohibido comer,
maldito sea el pañuelo por tu causa:
con fatiga sacarás de él el alimento
todos los días de tu vida.
Espinas y abrojos te producirá,
y comerás mocos de otros.
Con el sudor de tu rostro comerás el moco,
hasta que vuelvas a la nariz,
pues de ella fuiste tomado.
Porque eres moco y a la nariz tornarás.»

viernes, 15 de agosto de 2008

El latín, según Inciclopedia


Latín

De Inciclopedia

Bueno, México es la capital de todo los latín, en realidad yo mismo los he visto, en serio
George Bush sobre quien sabe que
Es una lengua muy muy útil !!
Nadie sobre el latín
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Los romanos haciendo su saludo de bienvenida
Los romanos haciendo su saludo de bienvenida

El latín es una lengua derivada del letón, que utilizaban los romanos para ir de cachondeo en los pueblos que conquistaban. Se caracterizaba por carecer de reglas ortográficas, por escribir los números con letras y por que casi todas las palabras terminaban en us o um. Aun se usa en exorcismos ya que suena tan mal que ahuyenta a cualquier ente que esté cerca.

HISTORIAM

Al principio, solo era una lengua bastarda hablada por unos italianos pobres llamados latinos que querian ser griegos. vivian en una región llamada Latium Idiotae Stupidorum, que significa en latin, el gran llano de los sabios, limitado por el río Tibet al norte y Tuvalu Ulterior al sur.

Único hablante de latín en toda Europa
Único hablante de latín en toda Europa

Pero poco a poco el latín fue teniendo cada vez mas fuerza hasta que terminó por dominar el mundo. En ese entonces, los egipcios hablaban latín, los celtas, los galos, los babilonios, los vascos, los barbaros y hasta los mismos griegos tuvieron que chapurrear los palabros latinos, a no ser que quisieran ser esclavos, o parte de un juego de circo romano.

En la actualidad, el latín es una lengua muerta. Esto se debe a la Conspiración del XIX en la que varios idiomas romances, como el español, el francés, el euskera o el acordeonio tramaron un sucio y vil asesinato hacia la lengua más fuerte y extendida de todas. Desde entonces se hicieron con el poder y del latín sólo quedaron cuatro libracos con moho y descuidados. Tambien es conocido el uso de esta lengua muerta en los rituales mágicos de adoración a la muerte en la secta papista.

RELIGIONEM

El latín, cuando conquistó el mundo también logró dominar a Dios, por lo que Él tuvo que aprender latín, y por consecuencia los curas y el Papa tuvieron que rezarle en latín y hacer misas en latín aunque nadie las entienda excepto Dios. Curiosamente, también es el idioma que se usa en sacrificios satánicos y exorcismos.

GRAMMATICAM

Gramática latina

SingularPlural
Nominativo-a-ae
Acusativo-ladrón-años de cárcel
Genitivo-jones-uevos
Dativo-seo de la castilla-aza lavapiés
Ablativo-lablablablablabla-blablabla bla y bla
Recreativo-de Huelva-Decano

En latín, el sustantivo toma varias formas según su caso gramatical. Esto significa que aunque nos sepamos la lengua, y cientos de palabras, nos costará parte de un huevo y parte del otro decir correctamente alguna frase por mas sencilla que sea.

Existen seis formas asemejantes que puede tomar cada adjetivo, como son: nominativo(relativo a transacciones financieras), acusativo( caso judicial), genitivo( sobre los genitales y órgano sexuado), dativo( referente a datos informaticos), ablativo(sobre el habla y pronunciacion) y Recreativo (el equipo revelación de la Liga). Al lado se encuentran sus correspondientes declinaciones:

EJEMPLUM

  • Kereus cayarus coñum!: me alegra veros de nuevo !
  • Ave Caesar morituri te salutant: Las aves de César mueren por falta de salud
  • Res non verba: Las vacas no hablan
  • Coito ergo sum: Cojo, luego existo.

OTRUS LATINUS

Hay otra serie de términos que llevan el sufijo angular latin, pero que poco o nada tienen que ver con tan noble procedencia. El ejemplo más notable es el de los Latin Kings, pero son también reseñables el reggaeton latino, el latín de Coca Cola o latin torería donde llevamos la ropa sucia.

INCOGNITUS

  • Porqué los latinoamericanos no hablan latín, sino español ?
  • Porqué ya no ponen el año en las peliculas a la romana, con X V I.. ?

jueves, 14 de agosto de 2008

Música para estudiar gramática

Jebús es verbo, no sustantivo - RICARDO ARJONA (perdón!!!!) + Charly (Fillmore) with The Austins


Parole - LUCÍA GALÁN Y FERDIE DS


Verbos en juego- SILVIO RODRÍGUEZ Y LUDI MAGISTER


Assaltaram a gramática - GRUPO FUNCIONALISTA ISLÁMICO


Assaltaram a gramática Assassinaram a lógica /Meteram poesia na bagunça do dia-a-dia / Sequestraram a fonética Violentaram a métrica /Meteram poesia aonde devia e não devia / Lá vem opoeta com sua coroa de louros, Bertalha, agrião,pimentão, boldo... /O poeta é a pimenta do planeta!

Paralamas do Saussure

Sustantivos - ANNIE B


Noam Chomsky - GRAMÁTICOS DEGENERADOS


El poder de la oración - TRIBUTO A OFELIA K, "Oficialestructuralismo"


sin palabras

Hace unos años empecé con una suplencia en un Liceo en un tercer año en la materia educación cívica. Antes de presentarme se acercaron muchos colegas y preceptores que trabajan en otra escuela conmigo para manifestarme (y prevenirme) que “es un curso numeroso”,“los chicos son bravos”, “empezá pisando fuerte”,”no dejes espacios vacíos porque hablan y se distraen con facilidad, no dejes que te amilanen y te pasen por arriba…”, etc. Ante tal descripción el desafío me fascinó y pensé con que grupo-clase me encontraría y si era pertinente tomar en cuenta estos indicadores y recomendaciones dadas, sin duda , desde la buena fe de mis compañeros.

No sé si estoy sorprendido, indignado, indiferente; seguramente, me divertí y bastante leyendo un registro de este señor (por mantener el registro). Lo que sí, no puedo menos que “leerlo” desde la perspectiva de alumno, de haber sido -lamentablemente- su alumno. Lo leo y me van cerrando algunas cosas que antes me parecían inexplicables desde la perspectiva de persona (puede ser mucho para mí ese rótulo, pero, aunque sea en el escalón más bajo, sigo por encima). A ver:

“los chicos son bravos”: realmente no entiendo lo que esto significa, los chicos son chicos. Lo que puedo llegar a interpretar es que este tipo de comentarios son hechos por gente que ya está lo suficientemente alejada (generacionalmente hablando) del otro. Gente que ya no maneja los mismos códigos que el otro y que, en tanto que hay “otro”, se le teme, entonces: “empezá pisando fuerte” (¿qué frase más fea, no? ¿Qué son, gallinas?... en fin). “empezá pisando fuerte”, ¿pisando cabezas? “empezá pisando fuerte”, mejor que te tengan miedo y ”no dejes espacios vacíos porque hablan y se distraen con facilidad, no dejes que te amilanen y te pasen por arriba…”. Ojo, que si hablan pueden estar en desacuerdo, otras voces son peligrosas...

El jueves empezó la suplencia y antes de entrar la preceptora hizo poner de pié a los alumnos para saludar, había mucho bullicio y esperé el silencio para llevar a cabo esta tarea. Algunos ni se paraban, otros hablaban entre sí, entonces sentencié que cuando estuvieran parados y en silencio, los saludaría. Situación que se logró.

¿Quién se puede laurear de haber hecho parar a los alumnos, en perfecto silencio, para saludar? Ok, supongamos que no se vanagloria de eso, pero es relevante, ¿no? Es digno de poner en un registro.

A continuación empecé con el tema de la clase que era salud, con una exposición dialogada y confeccionando un cuadro sinóptico en el pizarrón, pero seguían dialogando y la participación era desordenada, por lo tanto suspendí la explicación y les propuse que levantaran la mano para participar y no hablaran entre ellos, porque lo que ocurriría es que la explicación no tendría sentido y por lo tanto cambiaríamos la dinámica de la clase.

El aviso de cambiar la “dinámica” es más un aviso patente de que no sirve. Era obvio, estaban interrumpiendo otra clase magistral... ¡esos revoltosos chicos de quince años no se daban cuenta de lo que se perdían! Por otro lado, conozco esas “exposiciones dialogadas” y me parece que hay un error de prefijo: “imposiciones monologadas” se ajusta más a lo que conozco yo.

Algunos levantaban la mano y otros seguían hablando entre sí, ante lo cual sentencié que ante dos interrupciones más suspendería la explicación y cambiaríamos la organización de la clase. Situación que ocurrió, ante lo cual dicté un trabajo práctico sobre el tema que estaba desarrollando y les propuse seguir con otro tema (el que se estaba tratando lo investigarían ellos para el próximo encuentro), que si se repetía el hecho, interrumpiría y cambiaríamos nuevamente la actividad de la clase.

El que avisa no es traidor. O al menos eso dicen, aunque también dicen que siempre hay una excepción que confirma la regla.

La clase siguió correctamente, pero algunos hablaban y yo los miraba de forma seria (y creo, sinceramente amenazante), ante lo cual un alumno (uno de los más ruidosos y desafiantes, que cuando firmaba el libro la preceptora me dijo que tuviera cuidado con él, que era uno de los más pesaditos) levantó la mano y me pidió hacer un comentario que nada tenía que ver con el tema salud y fue el siguiente: “profesor ud. necesita demostrar con estas actitudes demostrar su autoridad ante nosotros”. En la inmediatez de la clase (paradigma ecológico) respondí: “No hay nada que demostrar, yo tengo una autoridad que emana de un poder que me otorga ser profesor y que implica con uds. una relación desigual y asimétrica, ya que no ocupamos el mismo lugar ya que yo estoy aquí para enseñarles y uds. para aprender…” Ante tal respuesta el alumno respondió que era sólo para saber , pregunté a todos si quedaba claro mi planteo y entonces continuamos con la clase.

¿“Correctamente”? ¿hay una forma correcta de clase? No lo sabía. ¿qué significa que una clase siga “correctamente”?

¿Cómo se puede tener cuidado de un alumno? “es pesadito”: ¿qué significa eso, que es “rellenito”? lo que sí es, es un tipo bastante despierto que pescó la onda de una y no solo eso, te las cantó sin pelos en la lengua, hoyo en uno. Ese discurso lo escuche, creo, mil veces: esa cantinela formada de pedantería y palabras difíciles para demostrar la relación asimétrica: “no soy como uds; Yo, el poseedor de la llave maestra de su futuro, vengo a entregarles la salvación empacada en un discurso soberbio y unidireccionado y uds, último escalón de la cadena evolutiva -por debajo de los primates- están aquí para ver si pueden salir de ese estado de ignorancia supina en el que se regodean como cerdos en el chiquero, a través de mis clases magistrales; ¿queda claro mi planteo?”

El resto se los ahorro, no tiene sentido. Las reflexiones son como cascotazos a un barril: al pedo. Al pedo porque no pasan de una oportunidad de decir “miren todo lo que lei”, “hice un postitulo en la conch%#@&<”, etc.

Lo que no se pregunta es si tiene la autoridad moral para pararse enfrente de una clase, para educar (el significado que eso tenga). Y, como alumno, puedo decir sin miedo a equivocarme: no la tiene.

Escribió: Agustín. Adhiero.

miércoles, 13 de agosto de 2008

El escudo

Aquí, el resultado de la última encuesta. De la opinión pública, Jesica ha hecho un .ppt maravilloso, que con sangre, sudor, lágrimas, eructos y otras muchas heces (no de las que se comen), hemos conseguido subir al bló para vuestro deleite:

martes, 12 de agosto de 2008

Gran fiesta Gran

El bló llegó a las 3000 visitas, y como superó tres mil veces nuestras expectativas, tiramos la casa por una ventana emergente. Acá pegamos las pocas fotos que el estado de ebriedad en el que estábamos nos permitió sacar:

De izquierda a derecha: la pocha, la Marta, el bló en persona, un señor al que le gustaba posar para la foto, el tío y el señor que servía la bebida, muerto de espanto. La torta estaba buenísima, aunque no tanto como los ananaes con espadas.

Acá estamos en el clásico carnaval carioca: muchas bananas de plástico y maracas, y, también, mucho cotillón. Si alguien encontró los dientes de la tía, por favor, mande un mail.







Acá ya estábamos bien reventados, jugando a apoyar a la tía, que se ve en primer plano, todavía con su dentadura intacta. El señor de anteojos que se ve con ella falleció minutos después de la fiesta: nuestros saludos a su familia.

jueves, 7 de agosto de 2008

recatate´, che... hablá bien

sábado, 2 de agosto de 2008

Cuento

Necrológicas

El viejo

El sol invernal entra por la persiana abierta, cálido. El polvo flota como los recuerdos, suave y acompasado. La habitación no es chica, tampoco grande: es lo que debe ser para un viejo como vos, una casa de una pieza, un sótano en la casa de tus hijos, tal vez testigo de lo que les diste. Acá estamos los dos, separados por una mesa redonda y vieja, en silencio. Me mirás como si no me conocieras, pero de a poco te vas dando cuenta de quien soy, y mi sonrisa es como una foto que te hace hurgar en esa memoria dispareja; y me reconocés. Inclino la cabeza en ese gesto de saludo tan campestre y conocido; y a vos te toca sonreir esta vez. Empieza la conversación con el temblequeo de tu mandíbula. Que no te sorprendas de verme me tranquiliza, y que me reconozcas me alegra, porque significa que estás preparado para charlar un rato, preparado para hacer ese viaje tan largo en una charla, esperando a que ella venga. Ya tus piernas no dan como para hacerlo verdaderamente, de cara a la aventura como antes.
Entonces empezamos por el Chaco, por la vez que te escondiste a mascar tabaco con tus hermanos. ¿Cuántos eran? ¿once, no? Sí, once; pero la memoria no te alcanza para nombrarlos a todos en orden y los vas poniendo arriba de la mesa desordenados como si fueran esas cartas grasientas con las que juntabas escoba: Jaime, Moisés, Jacobo, Saúl, Abraham, la laguna y el golpe de los dedos en la mesa con los ojos hacia adentro, jugueteando con el bastón de fierro burdo y gris, buscándolos…Jaime, Abraham, Saúl, Jacobo, Benjamín -ahí llegó otro-, Raquel, Julio, Salomón, Sara, Aarón y Miguel. Ahí están todos. Y tu papá, el rabino; ¡qué severo que era! ¡Cómo me curtió a lonjazos el día que te quedaste con el vuelto de las pieles! Era bravo papá, era bravo. Te quedás callado, pensando, saboreando cada golpe ya indoloro. Lo mismo que la caída de aquel potro diabólico que te revolcó por todos los pastizales la chacra. Sí, nos reímos unos cuantos días. ¿Y cuando nos íbamos a cazar al monte? Yo me quedaba comiendo sandías mientras ustedes gastaban perdigones en cualquier cosa, y me guardaba las semillas de las más dulces para plantarlas en casa. ¿Estás cansado, no? Tengo que ir al baño, nada más. Tu cintura se contrae rítmicamente, como un reloj al que se le acaba la cuerda, pareces no notarlo y no hace falta decirlo. Seguimos por tu época de colectivero que, y es extraño, hasta ahí llega la memoria nítida. De la vez que llevaste a Libertad Lamarque, de Rosario hasta Córdoba, qué recorrido interminable: trescientos kilómetros entrando en cada pueblito… O la vez que le peleaste y, al fin, le sacaste al turco el uniforme de los choferes cuando él te quería dar guardapolvos; ¡ni que fueran pintores!
Y después pasan rápido los chicos, la fábrica de lavandina, la tarde, Dorita, la venida a la capital, enviudar, el negocio de las bolsitas, Clara, los nietos, la separación, los bisnietos, el retiro, y esto: este cuarto en el que la vida pasa a oscuras y los recuerdos flotan como el polvo. Y ella que está atrás tuyo; sí, ya llegó. Te tranquilizás al verla, te alegrás al reconocerla. Primero me voy yo. No, no hacen falta, están de más; nos vemos. Después, de la mano, te vas con ella y parecés un chico: preguntandole por Julio, Abraham, Jacobo, Dorita, por todos. Ella que te sonríe, muda, pero ni la ves.
Y se queda, solo y frío el bastón entre tus piernas.

viernes, 1 de agosto de 2008

Las metamorfosis

Me lleva lleva el ánimo a decir las mutadas formas
a nuevos cuerpos: dioses, estas empresas mías –pues vosotros los mutasteis–
aspirad, y, desde el primer origen del cosmos
hasta mis tiempos, perpetuo desarrollad mi poema...