
De izquierda a derecha: la pocha, la Marta, el bló en persona, un señor al que le gustaba posar para la foto, el tío y el señor que servía la bebida, muerto de espanto. La torta estaba buenísima, aunque no tanto como los ananaes con espadas.
Acá estamos en el clásico carnaval carioca: muchas bananas de plástico y maracas, y, también, mucho cotillón. Si alguien encontró los dientes de la tía, por favor, mande un mail.
Acá ya estábamos bien reventados, jugando a apoyar a la tía, que se ve en primer plano, todavía con su dentadura intacta. El señor de anteojos que se ve con ella falleció minutos después de la fiesta: nuestros saludos a su familia.

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