miércoles, 26 de noviembre de 2008

Prosa poética

No hay porción en esta tierra que diga mi nombre. Hoy despertó el aliento, corrió hacia lo incontenible y no hace más que empujar mi ira. Será un triste final, la amenaza de los sueños parece cierta.

Nadie responde, sólo fantasmas alrededor que empiezan a debilitarse. Puedo pasar el cuerpo por su cuerpo. La felicidad antes era.

Esto no habla, esto no dice. No sirve interpretar cuando se ha perdido la fe. Quién lee todavía en la luz.

Era incierto y yo me estiraba, tenía una llamada dulce. La ficción me soltó mientras daba mi cara contra el piso, sangro y es real. Me lamo y es real.

Adoré el color y no me detuve en mí. Pero tu cuerpo ya no es cuerpo, y es la noche con la misma pregunta y no tengo otra vez una palabra para aplacarme.

Ya no hay quien diga mi nombre y sonría.

8 comentarios:

Ursuburgo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ursuburgo dijo...

la verdad: no entiendo nada pero me vuela la cabeza!!!
mientras lo leo se forman mil imagenes y mil relaciones que no se ven, pero ahi cuando terminé la lectura se caen como marionetas sin hilos...
perdon, pero no se como describirlo
solo se que me vuela la cabeza

Ursuburgo dijo...

perdon por el anterior, je...
es dificil

B3L3NI@ dijo...

y eso que le costaba escribir prosa!

a dijo...

muchas gracias paez! es un terreno en el que todavia no estoy muy segura y - lo sostengo - me cuesta. muchas gracias tambien belen.

Jeso dijo...

Adhiero. La misma indescriptible sensación de Páez me inhibió a la hora de escribir el comentario. Creo que si tuviera que describir lo que genera tendría que hacer copy paste del texto mismo. Si así le cuesta escribir prosa... sin comentarios

Anónimo dijo...

Yo la amo :)

a dijo...

infinitas gracias.
besos y amor.