Mantenemos la distancia hasta que el cuerpo es otro y los brazos no responden o el norte nos llame con un silbido azul y no sepamos quién canta.
¿Quién canta para este dolor?
Otra vez las rodillas muestran las marcas. Sangre seca es lo que queda del paseo y el recuerdo del color de un rostro que se apaga sin contemplar la desdicha.
Sigue la distancia y el norte mudo o no queriendo hablar para quien pide.
El cuerpo y el cielo han complotado.
2008
1 comentarios:
Wuau!
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