sábado, 24 de mayo de 2008

Vocación


Ok, es verdad: uno va al profesorado porque quiere. O, al menos es lo que piensa en el momento en el que se anota y ese es el problema. ¿Alguien se metió en este antro (en el que además de cíclopes, encontramos todo tipo de seres mitológicos) sabiendo que quería ser docente de castellano? Antes que nada les digo: no les creo. Me parece que uno cae porque sabe que las letras le tiran, le gusta leer o nunca tuvo problemas con la ortografía, o sabe que 45 días por año no consigue en otro gremio. Entonces uno se mete y, ¡oh, casualidad!, no es ni en pedo lo que uno imaginaba desde ningún punto de vista: los profesores, lo que se ve en las materias, los compañeros (que son tan aparatos que hasta nos “aconsejan” y lo hacen, incluso cuando nadie se lo pidió y para colmo, con ese tono paternalista chicloso y duro), ¡y tener que estudiar!... nadie me dijo que era de verdad eso de estudiar, yo creí que me metía acá y conseguía un buen chamuyo para levantar minitas, o para dejar a mi vieja tranquila de que me iba a tener que mantener unos años más…¿¡qué es eso de estudiar!?
En fin, uno cae acá y se pudre: de venir, de estudiar, de los profesores, de los aparatos, de todo…y, en ese caldo de cultivo para la creatividad, se da cuenta de que sabe dibujar, escribir, ponerle apodos a los demás, hacer pulseras…que hay toda una vida interior que no podría haber visto si no era entrando acá a estar y aguantando (yo aguanté hasta agosto del 2005, y quiero que ese profesor que me prometió que conseguía el título aguantando hasta agosto, me lo dé!!!), no podríamos haber visto nunca…
Yo descubrí que dibujo, y todo esto era para decir eso, a mí se me dio por dibujar las mesas (gran soporte) para pasar el tiempo. Alguno podrá decir: “¿¡no te dá vergüenza, estropear lo que es de todos?!”…no, no me da…prefiero pensar que “ornamento” el banco del otro, que lo “decoro”, que le doy una parte de mí haciendo algo “artístico”…en fin, uds dirán si me equivoco…

12 comentarios:

Laura Blanes dijo...

Yo me anoté sabiendo que quería ser docente. Pareceré un bicho raro pero, a mí, bicho raro me parece el que persigue los 45 días.
¿Existen? Nunca me crucé con uno y espero no hacerlo, si me lo cruzo espero que haya encontrado una razón más importante. En ese caso, ¡bien por aquel!

Anónimo dijo...

Vicky: Yo te banco. Seguí llenando de arte las mesas.arte, arte para regalarte!
Describiste muy bien a los intelectualoides quew andan dando vueltas por allí... los hemos padecido todos aquellos que vamos a poner apodos, dibujar mesas, reirnos del resto y no CON EL RESTO, hacer pulseras, etc. Pero lo hacemos de grosos que somos, nomás.No necesitamos demostrarlo;de hecho, lo ocultamos bastante bien.

Lunaticmamma dijo...

Estimado Vilfridburgo, no sabía que su descubrimiento artístico era tan reciente. Me alegra encontrar esos banos "con vida" en los que descubro sus dibujos. Debo confesar..lo envidio un poco.
Mil Besos (anda desaparecido eh!)

B3L3NI@ dijo...

Lo de los bancos no creo que esté en discusión: los que subiste son unos pocos de muchos dibujos -arte, arte, arte- que no creo que le hagan ningún mal a nadie, sino lo contrario.
Como persona que va a reírse de esos que te aconsejan desde la soberbia y no desde el compañerismo, creo que lo que hay en el fondo de lo que decís en tu entrada, es cierta nostalgia, que comparto, por saber que son las últimas materias, las últimas cursadas en el JVG, con un grupo de compañeros/as que merece esa nostalgia. Por lo demás, no creo que nadie pase de las vacaciones de invierno de primer año (medida del tiempo del calendario mangoniano) solo por los 45 días... creo que hay mucho más que eso en vos, pero, como de costumbre, no querés mostrar el costado de osito/a que hay en vos. Es hora de admitirlo, Paez...

Laura Blanes dijo...

Lástima que no pasen de esa medidad mangoniana, eso significa que no encontraron una razón más importante...

Y para los que seguimos, sigamos! ja sigamos, sobre todo, encontrando cosas nuevas.

Es curioso -para mí- pero conocí varios que descubrieron su "yo dibujante"... En mi caso, sigo dibujando con palitos.

Jeso dijo...

Quiero ya la encuesta: cual fue el talento oculto que descubriste en el profesorado??
-dibujar
-hacer pulseras
-encontrar parecidos
-perder la vergüenza a largar carcajadas en clase
-hacer cámaras ocultas
-dormir con los ojos abiertos
-resistencia sobrenatural a litros de cafeína (o una sana adicción al tomaco)
-sobrehumana capacidad de chamullo
-voltear profesores
-ser volteado por profesores
-aprobar gramática III
-aconsejar futuros profesores, siempre con mucha onda y compañerismo

Qué sería de nosotros sin esos necesarios escapes que permiten que nuestras pocas neuronas sanas no se emboten (o terminen de ahogarse)entre las horas de greigo, latín y lingüística!!! Gracias por el arte Páez!!!

Ursuburgo dijo...

perdon, la angina me hizo llegar tarde a las respuestas, asi que solo quiero rescatar dos cosas:
decime laura:¿qué te motivó a anotarte?
al resto: me han hecho llorar...

pd: son pocos porque me fallaron un cable y la memoria

B3L3NI@ dijo...

Yo descubrí otra, además de todas las que nombraste, Jesi: la resistencia... resistencia al sueño, al frío, al aburrimiento, al profesor descalificador... raro... otra vez la medida mangoniana: "se recibe el que aguanta"

Laura Blanes dijo...

mmmmm Ok. Allá por mi cuarto año de secundaria empezó la pregunta "¿Qué hago?" - no esperé hasta quinto, siempre tan ansiosa.
Las respuestas: profesora de danza, profesora de gimnasia -sí, de gimnasia-, profesora de teatro, profesora de lengua. Obviamente, me llamó la atención la repetición de la palabra "profesora".
¿Por qué "profesora"? supongo se preguntarán. Calculo que en ese momento enseñar me parecía que era "dejar algo en alguien" y me gustó la idea. De hecho lo sigo pensando y aprendí que también es "permitir que otros te dejen algo". Será que mis profesores me dejaron mucho más que reglas, fórmulas y conceptos...
En los momentos de porquémemetíenesto y/o quiénmemandóacá no apareció en mi cabeza ninguna otra opción.
Espero haya respondido a tu pregunta en este breve espacio.

Conditum me encantó la encuesta!

Por mi parte, no encontré muchas cosas nuevas, pero reencontré la escritura. Empecé el Joaquín y quedó en algún rincón olvidada, ahora volvió y me tiene muy contenta.

Ursuburgo dijo...

está bien... pero algunas avispas también "dejan algo en alguien"...
no sé qué essperiencia o edad tenés, pero me sonás o muy chica (no despectivamente, obvio) o muy idealista (despectivamente, obvio)...
es verdad, yo sé que hay gente que piensa que enseñar es mágico; que uno le da forma a un ser humano; que uno puede ver, luego de los años, su aporte en la construcción de un ciudadano. y estoy de acuerdo, si no viviera de esto (o lo intentara); ahí ya cambia la cosa, me parece:
cuando uno no tiene en el curso otro idealista que se deje formar tan felizmente sino que está ese que parece ir solo a romperte las pelotas, y dale que dale, los 45 días son divinos;
cuando no querés ir -y lo tenés que hacer igual- porque cuando entraste a tu pieza estaba tu mujer tirando la cama abajo -qué digo la cama, la casa!- con algún boludo que ni conocés; y lo tenés que hacer igual -ah, ya lo dije?-;
cuando querés ir de paseo con tu familia pero tenés que planificar/ corregir/ loquesea;
cuando te acostás pensando qué carajos les vas a dar a los pibe que sea copado, que les sirva en el futuro, que les permita formarse como personas, para que ellos se copien o te dibujen en las mesas como un travesti -che, yo les quiero dar algo importante para su vida!-
en fin, sé que hay gente idealista, pero como dije desde un principio: no les creo

Ursuburgo dijo...

es verdad, es una lástima que no pueda salir de esa medida mangoniana...

Laura Blanes dijo...

Ok. Por mi parte nunca quise ser despectiva, obvio. Con respecto a los 45 días no digo que no se deseen, todos queremos vacaciones! pero no me parecen una buena razón -a mí- para ser docente.
Por último, me aburrí.
Saludos!

P.D: tengo 23, fijate en qué categoría quedo.