viernes, 16 de enero de 2009

-nos llora, nos llueve, nos escupe-

La ciudad nos escupe, el centro está cobrando vida. Los edificios se cansaron de la gente, de su mugre, y ahora los escupe.


Caminar por el centro ya no es sòlo cruzarse con cada ser de esta cuidad, no es solamente un confluir de cuerpos sumergidos en el capitalismo, no es sòlo un mar de humo negro irrespirable por tanto tránsito, ahora es también esquivar escupitajos que salen de las ventanas de oficinas, de las ventanas de los restoranes, bares, de los edificios de departamentos, de...


Ya la ciudad se cansò de estos seres que lo ùnico que hacen con ella es transitarla, sin mirarla, sin sentirla, sòlo pensando en llegar a destino.

Parece que la cuidad se pudriò de nosotros y ahora tomò lugar en esta indiferencia y nos escupe, nos escupe a cada cuadra, una, dos, tres veces por cuadra, por edificio, o màs. Nos escupe, como espantàndonos, como hechàndonos o como pidiendo atenciòn.


Pareciera que la cuidad chorreara, como si tuviera una alergia constante, le cae agüita por las ventanas, mientras por adentro, nosotros consumimos, nos refrescamos, le producimos esas cosquillas que causan tanta alergia.


La cuidad escupe o llora, o llueve, y nosotros inevitablemente, pasamos sobre ella, nos mojamos, y como si nada, caminamos hacia nuestro lugar, llegamos y lo primero que hacemos es... prender el aire acondicionado.

3 comentarios:

Ursuburgo dijo...

los afortunados!
el resto nos ponemos en bolas abajo del ventilador -en el mejor de los casos- o de la ventana...

Ursuburgo dijo...

me encanto!

a dijo...

linda imagen la de los aires, los adoro ahora tambien por ser parte de la revelion.